Aunque puedan venirnos muchas otras ideas a la cabeza cuando pensamos en un accidente laboral, los ojos son una de las partes de nuestro cuerpo que más veces sufre en este tipo de contratiempos. No debemos pasar por alto su protección y cómo prevenir las posibles lesiones en la vista.
Según el último informe del Ministerio de Trabajo, en todo 2020 se registraron más de 20.000 lesiones en los ojos durante las jornadas laborales de los trabajadores. Sin duda, se trata de la zona de la cabeza que más sufre estos problemas, así que ponte en contacto con nosotros si necesitas que te ayudemos a protegerte a ti y a los tuyos.
Según el tipo de trabajo que desempeñe un trabajador, puede exponerse a diferentes incidentes y lesiones en el ámbito laboral. En Ansar tenemos disponible un completo catálogo de vestuario sanitario y de otra índole con los que podrás mantener a tu equipo siempre protegido.
Lo más normal es encontrarnos con rasguños en los ojos, conocida como la abrasión corneal, que puede producirse tanto por golpes o punciones como por la acción de un cuerpo extraño dentro del párpado: arena, polvo y pequeñas lascas de metal.
Otra de las lesiones más comunes son las quemaduras químicas en la córnea o los alrededores del ojo; que pueden ocurrir por la salpicadura de sustancias corrosivas o pulverización accidental del material de trabajo.
En ámbitos diferentes como los trabajos de oficina también pueden ocurrir algunos percances, como la fatiga visual. Este tipo de cansancio ocular aparece después de someter a los ojos a un esfuerzo continuado, por ejemplo delante de la pantalla de un ordenador.
Como hemos comentado en el último punto anterior, es importante proteger los ojos al estar delante de un dispositivo con pantalla o, incluso, escribiendo sobre una hoja de papel a muy corta distancia. Lo primero será proveer al trabajador de la iluminación adecuada, e invitarle a realizar pausas en las que aparte la mirada de su objetivo cada 20 minutos, apenas con unos segundos es suficiente.
También es importante parpadear a menudo, ajustar el brillo de la pantalla en la que se esté trabajando y mantener una distancia superior a los 40 centímetros frente al dispositivo, tal y como indica el Real Decreto 488/97.
Al estar expuestos a posibles agentes externos que puedan terminar en la cavidad ocular, se recomienda a los trabajadores que utilicen EPIs (Equipos de Protección Individual) para reducir los riesgos ante un accidente de esta índole.
Desde gafas de protección, que cubren únicamente los ojos, hasta las pantallas que abarcan total o parcialmente el rostro y la cabeza; existen diferentes métodos para mejorar la seguridad y la salud de los empleados.
Es, posiblemente, el lugar en el que más lesiones oculares ocurren, debido a los materiales con los que se trabaja. Por lo tanto, debemos prestar especial atención a la hora de elegir la protección adecuada según el riesgo al que se enfrente el trabajador.
Lo más habitual es utilizar, al igual que antes, EPIs que protejan tanto los ojos como las zonas de alrededor; además de incluir un filtro de protección adecuado a los trabajos con láser, soldaduras u otros agentes abrasivos y agresivos con los ojos.
Como ves, para evitar accidentes laborales relacionados con la vista es importante invertir en la protección adecuada. Una buena formación en Prevención de Riesgos Laborales será más que necesaria a la hora de afrontar estos peligros y proponer una solución.