Acudir al puesto de trabajo con el equipo adecuado y vestimenta propia de cada profesión, en la mayoría de ocasiones, es una salvaguarda para uno mismo y la tranquilidad para los demás compañeros. La OIT (Organización Internacional del Trabajo) así lo recoge entre sus principios y convenios con el fin de prevenir males mayores, lesiones o daños innecesarios.
¿Para qué llevar calzado de seguridad?
A veces, en una jornada laboral, no se está atento durante todo el tiempo. Cansancio, repetición constante de rutinas, distracciones o cualquier pequeño descuido pueden ocasionar un problema, que se puede mitigar o reducir en su totalidad si se usa el adecuado calzado laboral con el fin de prevenir esas situaciones que pueden escapar a nuestro control. Como por ejemplo, en el sector de la construcción, algo que cae en el pie.
Y no solo un cascote que pueda desprenderse encima de nuestros miembros, sino cortes, perforaciones, etc.
Ventajas de usar el calzado laboral
No obstante, si trabajamos en una industria siderúrgica o con herramientas peligrosas, la utilización del calzado laboral podría sortear magulladuras, descargas eléctricas, caídas motivadas por una suela impropia, traspiés y, en la medida de lo posible, puede ser una herramienta tan útil y necesaria como cualquier artilugio característico.
Asimismo, evita deslizamientos sobre superficies húmedas o mojadas y quemaduras producidas por las chispas o directamente por un incendio fortuito.
La excusa para no utilizar este tipo de calzado de seguridad no debe estar sujeta a la comodidad, puesto que su suela firme recoge mejor las plantas potenciando la sujeción en la pisada. Esta medida, puede ayudarnos también frente a las adversidades climatológicas; evitando, en la medida de lo posible, contratiempos o accidentes también in itinere.
Ayuda visual en la seguridad laboral
Es muy importante y se debe de tener en cuenta la señalización de cada puesto de trabajo. Si ya existe una recomendación visible al respecto, no tenemos que darle más vueltas, conseguir un buen calzado deja de ser casi un consejo para convertirse en una prioridad en esa empresa. O por decirlo a la inversa, el casco es a la cabeza lo que el calzado a nuestros pies.
Quizá nos cueste amoldarnos a esta medida al principio, pero luego la costumbre y la seguridad de verse protegido, cómodo y debidamente calzado para la ocasión, generará ese hábito.
A veces, también es bueno pensar en los demás. Los empresarios suelen poner a nuestra disposición estas herramientas de protección, porque es un interés por ambas partes. Así todos ganan.
Llevar calzado de seguridad es tan necesario y vital como lo ha sido de un tiempo a esta parte. Es decir, no es una moda, es un sector comercial bastante desarrollado con una gran oferta de productos y mejoras.
Por lo tanto, si su puesto de trabajo lo requiere, es mejor llevar consigo el calzado de seguridad para evitar sobresaltos. En nuestra mano está el poder controlar determinadas circunstancias, que, de otro modo, podrían acarrear un desenlace diferente.