Todos estamos acostumbrados a ver a los médicos vestidos y enfermeras vestidos de blanco, o con los típicos uniformes azules o verdes de hospital. En ciertas condiciones, los colores y estampados pueden variar, especialmente en las áreas de pediatría. Sin embargo, existen ciertos estándares que deben mantenerse a fin de garantizar la seguridad del personal. Por eso existe el vestuario sanitario.
La pregunta es cuáles son estándares o características que debe tener el vestuario sanitario para considerarse como apto dentro de entornos médicos. ¿Qué debe incluir obligatoriamente? ¿Cuál debe ser el diseño de las prendas? ¿Cuáles son los colores adecuados? ¿Cuál es el material más adecuado para fabricarlos? Nuestra experiencia como vendedores nos permite responder estas preguntas.
Por lo general, el personal de salud debe pasar muchas horas en el hospital o consultorio, e incluso hacer guardias prolongadas. Por esta razón, una de las principales características con las que debe cumplir el vestuario sanitario es ser cómodo. Sus usuarios deben poder moverse fácilmente con sus prendas puestas, no deben ser ajustadas ni tampoco pesadas.
Se recomienda que las prendas del vestuario sanitario se fabriquen con tejidos hipoalergénicos; esto quiere decir que el material del que están hechos está asociado con un mínimo riesgo de provocar alguna reacción alérgica. Porque, aunque poco se hable de ello, los trabajadores del sector salud también están propensos a deficiencias inmunitarias y enfermedades.
Dado que la vida del personal sanitario suele ser muy agitada y con poco tiempo para quehaceres, el vestuario sanitario debería ser fácil de lavar. Por lo tanto, las telas usadas deben ser ligeras, favorecer la higiene rápida del cuerpo de su usuario y de secado rápido. De este modo, será más fácil y rápido desinfectarla para un próximo uso, en especial en los días de guardia.
Pocos lo saben, pero el uniforme de los médicos en la Edad Media era negro por razones bastante entendibles. Probablemente no exista un color mejor para disimular u ocultar la suciedad, y más en una época con tantas limitaciones urbanísticas. Pero resultó ser contraproducente puesto que ocultar el problema no era eliminarlo, y el vestuario sanitario contribuía con la transmisión de enfermedades.
Poco a poco, el vestuario sanitario fue volviéndose blanco; aunque este color, tanto en el personal como en las instalaciones, parecía contribuir con la fatiga visual. Por esta razón, con el paso del tiempo fueron introduciéndose el verde y el azul para crear un equilibrio entre la tan necesaria pulcritud, la comodidad y la vista. Aun así, hoy en día las batas blancas constituyen la norma de vestimenta de los médicos.
Sin embargo, las largas estancias en hospitales han hecho comunes también uniformes más cómodos y prácticos. Por lo general, el vestuario sanitario específico de los médicos está conformado por zuecos, pijamas, gorros, mascarillas e incluso casacas. Cada prenda debe cumplir también con una serie de características para que resultan cómodos y seguros. Situaciones de emergencia ameritarían trajes de protección.
El uniforme de enfermería es uno de los que más cambios ha experimentado a lo largo de la historia, siempre con tendencia a la simplificación. En el pasado, las faldas largas y las camisas con cuello y puños bordados fueron muy populares, al igual que la cofia. Posteriormente, este evolucionó a falda o pantalón, camisa, pijama y/o zuecos. La cofia se mantiene en algunas regiones o centros, pero no es común.
En ambos casos, los zuecos deben ser ligeros, transpirables y exhibir un diseño ergonómico que proporcione la mayor comodidad posible. Además, la suela debe ser antideslizante y resistente a químicos, de modo que puedan desinfectarse continuamente con agentes antimicrobianos potentes. En el vestuario sanitario de las enfermeras, siguen siendo blancos, en los médicos pueden variar.
El vestuario sanitario de los médicos suele ser azul o verde, especialmente para sus ingresos al área quirúrgica. Las batas se mantienen blancas y deben estar siempre impecables, por lo que el tipo de tela debe ser fácil de limpiar. Al igual que el calzado, tanto las batas como los pijamas médicas y de enfermería deben ser de telas resistentes para poder desinfectarse con frecuencia.