crees. Al pasar muchas horas en un ambiente cerrado y compartiendo aire con diferentes personas de variadas procedencias. Debido a ello, es normal que los virus y bacterias se esparsan rápidamente entre los empleados. Sí, trabajar siempre conlleva un riesgo de salud, aunque muchos ignoran este hecho.
De hecho, las empresas dedican la mayor parte de su atención en evitar accidentes laborales ocasionados por las instalaciones. Esto los lleva a ignorar aspectos como el contagio de enfermedades respiratorias. Es que estas suelen ser mayormente leves. Sin embargo, no dejan de ser un problema para los empleados y también para la eficiencia de la compañía. Además, existen muchas que pueden llegar a ser letales. A continuación, te hablamos de las más comunes y sobre la importancia de la prevención.
Las enfermedades respiratorias, como ya sabrás, son aquellas que afectan las vías de respiración del individuo. Por otro lado, las enfermedades respiratorias ocupacionales son aquellas que se pueden identificar como producto del trabajo. Aunque estas abarcan todo tipo de padecimientos, las respiratorias son las más comunes en la lista. Se debe principalmente a que los pulmones es el órgano que tiene mayor interacción con agentes externos.
Una persona que trabaja 40 horas semanales en una oficina, puede llegar a inhalar hasta 14.000 litros de aire en sus vías respiratorias. Si se trata de aire viciado o contaminado, es de esperarse que dicho individuo pueda sufrir de todo tipo de enfermedades pulmonares crónicas, y que estas prevalezcan con el tiempo. Lo peor de todo esto que son pocos los que suelen relacionar estos padecimientos con el ambiente laboral, causando que los factores persistan e incluso aumenten.
Aunque no lo creas, son varias enfermedades respiratorias las que estamos a punto de mencionar. Cada una varía en gravedad y síntomas, pero la mayoría comparte la misma causa: un ambiente laboral poco apto. Entre las más comunes encontramos el asma, de la cual se calcula que el 25% de los casos son causados por el trabajo, sobre todo cuando se desarrolla en la edad adulta. Y no se trata solo de esto, sino que también un ambiente laboral poco apto puede agravar los síntomas de personas que ya padecen de esta enfermedad.
También podemos encontrar la neumoconiosis por respirar polvo inorgánico. Esta, así como muchas otras enfermedades respiratorias, es causada por la inhalación de polvos inorgánicos, como el hierro, carbón, talco, pizarra, entre otros. Esta tiene bajas probabilidades de ser curada, aunque se puede evitar con las medidas de prevención adecuadas. A partir de esta enfermedad también se puede desarrollar la silicosis, que se produce al inhalar polvo de sílice durante varios años.
Otra de las más comunes son las inhalaciones agudas, las cuales se producen por gases, vapores y aerosoles líquidos. Esto puede llevar a otras afecciones más graves, como la bronquiolitis o edema pulmonar. Algunas de los padecimientos más graves también incluyen cáncer pulmonar. Para este, detectar las causas es mucho más difícil que para otras enfermedades, por lo que la prevención es un reto.
La mayoría de enfermedades respiratorias se pueden prevenir haciendo uso de los productos correctos. La prevención es de gran importancia, ya que una de las principales causas del desarrollo de estos padecimientos es la falta de protección ante los agentes dañinos. Por suerte, existen diferentes equipos y herramientas pensadas para proteger a los empleados expuestos a sustancias dañinas para el sistema respiratorio.
Los productos adecuados son aquellos especializados para bloquear todo tipo de partículas y sustancias. Especialmente aquellas que comúnmente se encuentra en el ambiente laboral más fuerte, como en construcciones o empresas de producción. Algunos de estos son las mascarillas de diseño profesional y de certificación médica. Por otro lado, también es necesario brindar protección ocular y auditiva para evitar el desarrollo de otras enfermedades ocupacionales. Todo esto lo puedes conseguir en Ansar.