Aunque los EPI se dieron a conocer con la pandemia, hace ya muchos años que se utilizan. Cuando existen riesgos para la seguridad o la salud de los trabajadores, los EPI son un vestuario laboral necesario. Sin embargo, no todos valen y es que hay algunas reglas que deben cumplir estos equipos de protección individual.
Según el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, los EPI deben llevar marcado CE de acuerdo con el Reglamento (UE) 2016/425. Esto es fundamental para garantizar que estos equipos de protección individual cumplen con la normativa y todos los requisitos necesarios para ser seguros para los trabajadores.
En el vestuario laboral, y en especial con los EPI, es importante que aparezcan los datos del fabricante. En Ansar todos nuestros equipos de protección individual cumplen con esta norma, ya que en caso contrario no podríamos venderlos. Si así fuese, estaríamos incumpliendo una de las reglas de oro de los EPI.
Cada EPI que se comercializa, sea este un accesorio para ropa de seguridad o un tejido reflectante, debe tener una identificación. Es decir, tiene que aparecer por algún lado el número de lote del producto. Esto es fundamental para saber que estamos ante un vestuario laboral seguro, homologado y adecuado.
Aunque parezca sencillo utilizar los EPI, todos ellos deben estar acompañados de sus correspondientes instrucciones para su uso adecuado. En ocasiones, hacer caso omiso puede entrañar riesgos para la seguridad y la salud de los trabajadores. Por lo tanto, es importante leerlas con detenimiento.
No todos los EPI son iguales ni tienen la misma función. Por lo que este vestuario laboral debe responder a las condiciones que haya en el trabajo. Para ello, es recomendable revisar la información correspondiente a cada EPI, ya que en ella se detallarán las situaciones laborales para las que cada vestuario ha sido diseñado.
La ergonomía es un aspecto fundamental para garantizar que los trabajadores puedan desempeñar sus tareas con un EPI en perfectas condiciones. Tienen que ser cómodos, permitir las labores que se desempañarán y asegurar un cierto confort. Si un EPI no es ergonómico, esto será perjudicial.
Un EPI nunca debe pesar demasiado, ya que esto provocaría molestias en los trabajadores. Independientemente de que se trate de una bata de laboratorio o de un traje de protección, este tipo de vestuario laboral debe ser ligero. En caso contrario, perjudicaría el desempeño en el trabajo.
Invertir en un EPI tiene que merecer la pena, por eso, siempre deben ser de calidad. En Ansar, contamos con equipos de protección individual resistentes y duraderos, además de adecuados para que sean utilizados en las condiciones para las que han sido fabricados. Un EPI de baja calidad puede suponer un riesgo.
Los EPI pueden ser de categoría I, II o III, algo que debe estar especificado en el momento de adquirir estos equipos de protección. En la categoría I está la ropa o calzado que protege de las condiciones atmosféricas, la categoría II equivale a la protección para la Covid-19 y la categoría III a los equipos de protección respiratoria.
Todos los EPI deben superar una serie de pruebas antes de poder comercializarlos. En algunos casos son tests que permiten garantizar que cada equipo de protección individual protegerá la seguridad y salud de cualquier trabajador. Esto es fundamental para que los EPI sean seguros.
En Ansar te ofrecemos vestuario laboral específico para que tus trabajadores puedan sentirse protegidos durante su jornada laboral. Los EPI son necesarios en muchas circunstancias y tener en cuenta estas reglas te ayudará a comprar solo aquellos que estén correctamente homologados.