Hasta ahora estábamos acostumbrados a entrar en farmacias, hospitales y centros de salud y reconocer a cada uno de los profesionales por su uniforme. Pero en estos momentos de pandemia mundial, se ha vuelto todavía más importante elegir un vestuario sanitario correcto y cuidarlo de la mejor manera.
En nuestro catálogo encontrarás gran variedad de productos, todos ellos cómodos y seguros para realizar tu trabajo. Vamos a conocer algunas de las características que deben tener los uniformes de este sector, cuáles son los más importantes y cómo mantenerlos en perfecto estado.
Características del vestuario sanitario
Hay diferentes puntos importantes que resaltar para elegir el mejor uniforme sanitario. En Ansar llevamos más de 60 años ofreciendo lo mejor para nuestros clientes y tenemos claro cuáles son las propiedades más significativas de su vestuario:
- Debe estar fabricado con materiales resistentes y que reduzcan al máximo la propagación de infecciones de todo tipo.
- Debe permitir al usuario la higiene completa de las manos y brazos de forma sencilla y eficiente.
- Debe ser cómodo para su uso, ya que no podemos ver reducida nuestra movilidad a causa del uniforme.
- Debe ser tejido hipoalergénico para que pueda ser utilizado por todos los profesionales.
- Debe ser fácil de lavar y secar, con alta resistencia a las sustancias químicas a las que podemos exponernos.
Elementos del vestuario sanitario
- Pijamas: Será nuestra vestimenta básica y debemos elegirla bien. Lo más importante es que evite la propagación de microorganismos, pero también debemos tener en cuenta que no produzca electricidad estática (pues podemos exponernos a materiales reactivos). También debe ser resistente a químicos.
A día de hoy, podemos encontrar una tela conocida como drill (fabricada con fibra vegetal, algodón y spandex), que tiene una alta resistencia al lavado y a la carga de trabajo. Piensa bien en tus funciones diarias para decantarte por las diferentes características (manga larga, manga corta, cremallera…)
- Batas: Las hay tanto de un solo uso como las habituales batas blancas de manga larga. Normalmente ayudan a reconocer al profesional a través de su placa identificativa, pero sobre todo es útil para evitar manchar el pijama.
- Gorros y mascarillas: Son la protección básica e imprescindible para garantizar higiene y seguridad tanto del paciente como del sanitario. Lo habitual es que sean desechables para mantener la mayor asepsia.
- Calzado: Debe ser cómodo para realizar las funciones habituales, con especial cuidado de tener suela antideslizante. Debe mantener la transpirabilidad y un buen ajuste al pie, para evitar traspiés a lo largo de la jornada.
Mantenimiento del vestuario sanitario
- Recogida: Es un proceso clave para evitar la posible propagación de bacterias o virus a través de la ropa. Lo desechable va directamente a su lugar correspondiente y el resto de la ropa en bolsas plásticas. Se evitará el contacto con el exterior y se identificará cada una de las bolsas.
- Almacenamiento: Una vez empacado, debe almacenarse en lugares establecidos para ello, con las condiciones de seguridad adecuadas, especialmente en cuestiones de humedad e higiene. Solo accederá a este lugar el personal responsable, evitando la manipulación del resto de trabajadores.
- Limpieza: Lo más habitual es utilizar el servicio de lavandería del propio lugar de trabajo (clínicas u hospitales), para no llevarlo a casa y evitar riesgos innecesarios. Debemos tener en cuenta la dureza del agua o los productos utilizados a la hora de lavar el uniforme.
El vestuario sanitario es parte del equipo de trabajo de cualquier empleado del mundo de la salud. Factores como la higienización y la comodidad son la base de un buen uniforme, que permita al trabajador realizar su cometido de forma eficiente y segura ante la exposición a diferentes compuestos.